Habana Blues

Hace unos minutos volví a ver Habana Blues, es cierto, es solo una comedia sentimental, sin granes valores cinematográficos, pero cojones, siempre me saca las lágrimas. Y es que vivir en este país es siempre lo mismo, la espera, la infinita espera por una esperanza que, a falta de algo mejor es casi siempre un avión o una lancha. Cuba es un país maravilloso, me encanta vivir en Cuba, pero es muy difícil la escasez, es muy difícil despedir a los amigos que se van, que no se quieren ir, pero tampoco quedarse. Es difícil la esperanza tonta de los planes de encontrarnos algún día en algún lugar, al final siempre es una jodida despedida, al final es un singao adiós.

No quiero irme, pero se que lo haré, se que viviré una despedida de esas en las que tendré que reír y emborracharme para no llorar estúpidamente, y guardaré el dolor para la soledad.

Si algún día me voy me llevaré una copia de esta película, mi novia me pregunta si es que me gusta sufrir, no, es para mostrarle a mis anfitriones la otra cuba, la de verdad, la universal. Para mostrar que los cubanos somos como todos, que los amigos somos para siempre. Y que los inmigrantes tenemos un país, que no salimos de la nada, y que si venimos es por esa estúpida costumbre humana de querer sobrevivir. Estoy divagando, pero la fuerza de la tristeza, la que anticipo si algún día me marcho y la que vivo ahora que he despedido a dos amigos, junto a las lágrimas que se me secan, hacen que permita que lo incorrecto pulule, pues todo esto es incorrecto, esta situación, todo es tan ridículo, la emigración es ridícula. Innecesaria. Pero hay mucho dolor, un dolor que se intenta compensar regresando un día, triunfal, en el que se le muestra a los que quedaron todo el dinero que no han visto, pero estoy seguro que no es suficiente, estoy seguro que eso no vale una mierda.

NOTA: Disculpen las palabras obcenas, pero en un texto como este me resultan imprescindibles.

3 comentarios:

Tercera Persona dijo...

Debe ser realmente duro lo que planteas. Un saludo y muchas gracias por haber visitado mi blog, siempre tube una profunda admiración por la historia de Cuba.

Anónimo dijo...

Lo duro es que los que se van, aunque regresan de visita, se van para siempre, no existe aquello de ir a buscar fortuna y regresar, es abandonarlo todo.

Tercera Persona dijo...

Si yo vivo en un pais donde la ultima dictadura se llevo mas de 30.000 imaginate la cantidad de personas que fueron abandonadas.
Todo latinoamerica tiene historias parecidas.